Otra vez nuestra escuela se vistió de celeste y blanco; se colmó de padres entusiastas y de pequeños actores sociales de la vieja aldea que con gracia y alegría contagiaron patriotismo para conmemorar juntos aquel 25 de mayo de 1810 , en donde se hizo realidad el anhelo de libertad de un puñado de mujeres y hombres.
Al grito de VIVA LA PATRIA sentimos que ser argentinos es reconocernos herederos de aquellos hombres que lucharon por sus ideales y que sortearon todas las dificultades para tomar el futuro en sus manos.
Los pequeños estudiantes nos transmitieron el mensaje que “Nosotros somos su legado”.
Seamos constructores de la Patria Grande que soñaron aquellos hombres que sentaron las bases para hacer de este suelo un territorio libre y soberano.